domingo, 10 de noviembre de 2013

El correcto etiquetado sin gluten en productos aptos para celiacos

Hola a tod@s:
Tenía previsto este post para más adelante pero algunos comentarios en foros, grupos de facebook y la experiencia personal reciente  me ha movido a adelantarlo.

Estaréis acostumbrados a que la mayoría de la gente de vuestro entorno "dice saber" lo que es un celiaco, familiares, amigos, la cafetería del barrio, los restaurantes, en el cole, en las tiendas de chuches, heladerías que frecuentáis etc. Masivamente se identifica la celiaquía o intolerancia al gluten con el trigo, la avena y el centeno...pero lo cierto es que muy pocas de esas personas serian capaces de "interpretar" de modo correcto el etiquetado de cualquier producto que inundan los lineales de un supermercado.

En las estanterías encontramos multitud de envases donde se observa algún símbolo que identifica el producto sin gluten. Diferentes espigas barradas, otros con la leyenda sin gluten, otros con el símbolo de FACE  etc...Salvo los que tenemos algún celiaco en casa o próximo, el resto consideraría aptos dichos alimentos. No reparan en la presencia de: aromas, féculas, almidones, malta, levadura, sazonadores, colorantes, etc...hay multitud de "acompañantes nocivos" para nuestros celiacos que ponen en serio riesgo su salud.
 
Al comienzo me invadía cierta neurosis en las salidas de casa y aunque nunca me sentí un bicho raro ni me dio vergüenza interrogar a maitres, jefes de cocina, tenderos etc me guío por la máxima de riesgo cero.

Por este motivo lo primero que le decimos a alguien que se interesa por ofrecer alimentos seguros a mi hijo es insistir en que una etiqueta sin gluten genérica no es garantía de la ausencia del mismo. Y lo segundo que resaltamos es evitar el riesgo de la contaminación cruzada. Alguna amiga que ha visto como preparo tostadas o bocadillos a mis hijos (solo uno de ellos celiaco) se sorprende del cuidado extremo en limpiar los utensilios que tocan el pan, cuidarse de que no haya restos en los envases, en el tostador o al untar mantequilla en varios bocadillos (uno de ellos sin gluten). Resulta al principio sorprendente.

Debo hacer mención también a los pobres intentos de adaptar los menús para celiacos en lugares de máxima concentración de público, por ejemplo, restaurantes y cafeterías de hospitales, universidades, espectáculos para gran público etc. Otro día os contaré la cara de frustración que se nos quedó cuando en el descanso de "Quidam" (Circo del Sol),  mi pequeño no pudo tomar nada de comer en el descanso, en ese momento se me revolvieron los casi 60€ que pagamos por su entrada...Acto seguido las 7 personas que nos acompañaban decidieron no consumir tampoco. A mí se me saltaron las lágrimas...y agradecí profundamente esa muestra de solidaridad y empatía.

Y para finalizar y acallar aquellas voces que dicen: "unas pocas migas tampoco les pueden hacer tanto daño..." me quedo con la frase que la nutricionista de la asociación de celiacos le dijo a una abuela que le daba, a escondidas,  galletas maría (de trigo) a su nieta recién diagnosticada: ¿Usted le echaría arsénico a una ensalada en la misma cantidad que echa la sal? pues eso es el gluten para un celiaco veneno en su cuerpo.


Gracias a tod@s.
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2 comentarios:

  1. Excelente post, muy indicado para las personas que rodean a los celíacos. Lo comparto.

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